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Querido diario

Una Navidad sin comprar cosas nuevas

Hacía tiempo que no me paraba a escribir un post de reflexiones para el blog, pero con la llegada inminente de la Navidad, llevo días pensando algo que me gustaría compartir con todas/os vosotras. ¿Se puede tener una Navidad sin comprar cosas nuevas?

La Navidad es la época de máximo consumismo del año. Esta mágia navideña no es más que un ecosistema perfecto para hacernos comprar y comprar. Y no me malinterpretéis, que no soy para nada grinch, me encanta la Navidad y la defiendo a capa y espada. Incluso me encanta la parte de los regalos, creo que es un momento muy especial y muy mágico. Pero creo que se puede hacer de otra manera y no consumir tanto.

Una Navidad de segunda mano

Os voy a contar cómo estoy planteado mis navidades desde hace un par de años intentando comprar el menor número de cosas nuevas. Utilizo distintas estrategias pero, sobre todo, la que más soluciones me da son las apps de segunda mano. Esto no es ningún post patrocinado, pero no me importa nombrarlos porque creo que son realmente útiles de verdad: Wallapop, Vinted… u otras tantas, son un recurso fantástico para conseguir cosas de segunda mano.

Normalmente, cada cosa que puedas imaginar, está en una de estas apps. Lo que me parece realmente alucinante es que en muchísimas ocasiones se encuentran cosas nuevas o en muy buenas condiciones. Eso de ¿Lo que para ti es basura para otro puede ser un tesoro? Pues eso… Además, utilizar este método tiene un plus; puedes conseguir cosas a la mitad de precio o menos que nuevas.

Así, la mayoría de los juguetes de mi peque (Este año por el momento van el 100%) los he cogido en Wallapop. En esta misma app, pongo los juguetes que le van quedando ya desfasados y con el saldo voy comprando otros. ¿Esto es un negocio para Wallapop? Claro, pero creo no me parece negativo, los beneficios que me proporciona son mucho mayores.

Además de las Apps, hay otros espacios donde conseguir cosas de segunda mano a menor precio, como los mercadillos o rastros que suele haber en distintas localidades, o los grupos de trueque.

Grupos de trueque locales

No sé en vuestros pueblos, barrios o ciudades, pero donde yo vivo hay un movimiento de trueque brutal. Los grupos se mueven por Whatsapp o Telegram y se intercambian un montón de cosas. Me parece maravilloso que cosas que alguien piensa tirar sirvan para otra persona. Yo dono muchas cosas, cojo o intercambio otras. Así evitamos comprar cosas nuevas continuamente. Este año, desde un grupo de trueque, se ha promovido un trueque específico de juguetes y nos hemos movilizado los vecinos de forma voluntaria para hacer un intercambio local de juguetes. 

Así los juguetes que ya no le valen a los niños se cambian por otros que sí le pueden gustar por edad y… conseguimos de nuevo el fin de no comprar más y más cosas nuevas, y por tanto generar muchísimos menos resíduos. 

Experiencias, comercio local, cosas hechas a mano…

Todo esto que estoy contando y que yo he ido implementando en mi vida en los dos últimos años, más o menos, lo uno a cosas que ya  hacía para tener una Navidad un poco más sostenible.

Si hablamos de residuos, una estrategia que tengo en Navidad para no comprar cosas ni generar residuos es regalar experiencias. Bien conciertos, actividades… que puedan gustarle a la otra persona. Así generamos lo realmente importante: momentos y recuerdos. Por cierto, ya que estamos, os recomiendo visitar mi proyecto de experiencias de astronomía. 

Además, de las experiencias, otro regalo que sin duda es clave en Navidad son las cosas hechas a mano. Y ahí entra un universo de creatividad y posibilidades donde cada uno debe de desarrollar sus propios talentos. Y si crear cosas no es posible, siempre podemos acudir a los mercados locales y apostar por los productos artesanales. ¿Nuevos? Sí, pero apoyando el comercio local, de proximidad y con materiales que normalmente suelen ser bastante respetuosos. 

En fin, que así en 15 minutos os acabo de soltar un rollo de más de 600 palabras, pero espero que os haga reflexionar y plantearos vuestra Navidad de forma un tanto diferente. Muchas personas se ven avocadas a comprar de segunda mano porque económicamente la vida no da para más, pero deberíamos tenerlo presente como primera opción siempre, así cuidamos nuestro futuro un poquito más. Y a 29 de noviembre creo que ya es el momento de deciros ¡Feliz Navidad!

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