Antes de que T naciera me propuse que todos los juguetes que tendría serían de madera, tela o materiales sostenibles y, por supuesto, entre ellos no entraba el plástico. Ahora, unos 18 meses podéis preguntarme ¿Lo has conseguido? Y la respuesta es NO, un no rotundo. Y no diré que me resulta decepcionante porque intentar lo he intentado pero no ha sido fácil. T tiene juguetes de plástico, algunos de ellos entran dentro de lo que considero tolerable porque son juguetes heredados o de segunda mano, a los que estamos dando una vida útil más larga, otros, sin embargo, son nuevos. Yo no le he comprado ningún juguete nuevo de plástico pero sí se los han regalado y ahí… no he podido hacer nada. A ver… hay juguetes que sí que siendo de plástico son más útiles, como los de bañera o los de playa (aunque existen alternativas), pero hay otros que no y me parecen terribles. Pero bueno, a veces poco puedo hacer y me consuela saber que hago todo lo mejor que puedo teniendo en cuenta a mi hijo y en el medio ambiente. En cualquier caso pienso que los juguetes de madera (Entra en El Imperio del Juguete para ver algunos) son mucho mejor que los de plástico, en muchos sentidos.
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Sostenibilidad
¿Por que son más sostenibles? Sí, es uno de los motivos. Los juguetes de madera están fabricados con un material que cuando llega al fin de su vida útil y acaba convertido en residuo, el medio ambiente lo degrada y lo reintegra en el proceso de desarrollo de la vida. Además su fabricación tiene un impacto medioamential menor.
Y no solo eso, creo que un fabricante que decide optar por la madera como material para sus juguetes entiende la problemática del cambio climático e intenta aportar su granito de arena (Hay excepciones, por supuesto, y greenwhasing, pero estoy hablando en todo momento de generalidades). Los juguetes de madera suelen venir en cajas de cartón, con envoltorios de papel reciclado, sin una pizca de plástico.
Imaginación al poder
Una de las grandes diferencias que he encontrado entre los juguetes de madera y los de plástico es que los de madera, en general, dan pie a que el niño juegue de forma libre e imaginativa, suelen ser piezas sueltas, juguetes no estructurados que ofrecen mil formas de jugar. Reconozco que mi relación con los juguetes infantiles tiene un gran vacío entre el momento actual y cuando yo misma era pequeña, por lo que me ha sorprendido muchísimo encontrarme con varios juguetes de plástico con sonidos estridentes y lucecitas, que su forma de jugar consiste en una voz que va diciendo al niño que hacer ¿En serio…? ¿Esto es necesario? ¿Por qué toman a los niños por tontos? Obviamente no son todos, algunos, como los Legos, tienen otro tipo de mecánica de juego, pero de manera general, para mi plástico es igual a luces y sonidos.
En este sentido, los juguetes de madera suelen ser más duraderos y evolucionan con los niños a medida que van creciendo. En cada etapa se les da un uso distinto.
Una vida más larga
Pero no solo esto, otra de las grandes ventajas de los juguetes de madera es que se pueden reparar de forma sencilla, con un poco de cola blanca. Porque sí, todos los juguetes se rompen en manos de un niño, pero si les enseñamos que cuando algo se rompe se puede arreglar, estamos creando en ellos la conciencia de que las cosas no son de usar y tirar, que debemos intentar que tengan una vida larga y volver a la cultura del reutilizar. Los juguetes de plástico, algunos, también se pueden reparar, pero lo habitual es pensar «va.. para lo que ha costado, lo tiro y compro otro». En resumen, considero que los juguetes de madera ayudan a promover una actitud menos consumista.
Y si viven más, sirven durante más tiempo y por tanto pueden valer de una generación a otra. Entre hermanos o incluso de padres a hijos. Los juguetes de madera aguantan mejor el paso del tiempo; el plástico con el tiempo se repasa y se rompe con más facilidad, sin embargo la madera se puede volver un poco más oscura o amarillenta pero seguirá estando en perfectas condiciones para jugar.
Contacto con la naturaleza
Vale, y aquí va un punto un poco más abstracto que los anteriores pero que considero igual de importante. La madera es un elemento de la naturaleza y su tacto nos conecta con el mundo natural. Al mismo tiempo, al ser juguetes más pesados y con más presencia los hacen más conscientes en manos de un niño. Se que esto suena un poco abstracto pero os pondré un ejemplo para explicarme mejor. ¿Cuándo coges un coche de madera en una mano y un coche de plástico malucho en la otra, cuál os transmite mejor sensaciones? Quizás eso que decían en Jurassic park «si pesa es caro» y por tanto bueno, se hace más real.
¿Son un ahorro?
Pues a ver, depende de cómo lo mires. Hay una realidad que a día de hoy es innegable y es que los juguetes de madera en general son más caros que los de plástico. Hay excepciones, pero en general es así. Sin embargo a mi no me parece un problema, creo que esto, como adultos, nos ayuda a valorar más la compra de un juguete, buscarlo y seleccionarlo bien y comprar 1 en vez de 5. Por otro lado, por todo lo que he dicho antes, los juguetes duran más en las distintas etapas de desarrollo del niño y suelen poder usarse sin problemas entre hermanos o distintas generaciones. Por tanto, si lo vemos en un cómputo global, podemos decir que sí, los juguetes de madera son un ahorro.
Son monísimos
Iba a acabar este post con el punto anterior pero después de hacer una lectura he vuelto para añadir algo más. Y es que los juguetes de madera ¡SON UNA PRECIOSIDAD! Están diseñando unas cosas que se te cae la baba de bonitas. Mis favoritos son los complementos de cocinitas. He visto unos cacharritos de cocina que y, ay, ay, ay que cosas más requete bonitas.
Con esta oda al juguete de madera no quiero decir que los de plástico estén prohibidos, pero sí considero que en las estanterías de los niños debería haber una proporción de 80% de juguetes de madera o materiales sostenibles y un 20% de juguetes de plástico, que si además son heredados o de segunda mano, mejor que mejor. ¿Vosotros qué opináis? ¿Juguetes de madera o de plástico? ¿Por qué? Dejadme vuestros comentarios, me encanta leeros.
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